sábado, 4 de octubre de 2014

31 minutos: Gracias por volver




El regreso de 31 minutos a la pantalla chica es algo que no nos deja indiferentes, ya que el programa “infantil” marcó una etapa fabulosa en nuestras vidas, pasó a ser un pilar de la niñez a punta de títeres, buenas ideas, humor y música. Los mensajes escondidos que nos daba el programa eran valiosos, como jugaban con el absurdo de una forma tan inteligente que nos hacía pensar y no reír solo por reír. Era la irreverencia en un estado de inocencia que un niño podía captar, una genialidad que solo podía venir de los creadores del glorioso Plan Z. Pedro Peirano y Álvaro Díaz que grandes que son.
Sin una producción despampanante, los pocos recursos usados en el noticiario se transformaron en su insignia, eran nuestros Muppets en la versión más latinoamericana que se podía hacer. Nos daban ese sentido de apropiación que hacía que los personajes nos fueran tan familiares y “queribles”, MUY QUERIBLES.


Y es que fue el triunfo de las buenas ideas, el triunfo de un programa para niños pensado y no que nos estimulara solo con violencia y estupidez. Hay que decir que no es el programa más educativo ni el más inteligente pero la mezcla perfecta de sus ingredientes crearon un sello que nos marcó como generación y que hoy, casi 10 años después de la primera temporada, aun recordemos a la perfección escenas, canciones y hasta capítulos. Porque se acabó el mundo, pero inmediatamente después empezó otro mundo exactamente igual porque la gran zanahoria vendrá y tú no estarás ahí y yo si estaré ahí, porque yo me arrepentí, no creí en falsos ídolos y bailé sin Cesar después de sacarle las rueditas chiquititas a mi bicicleta y yo opino que lala. 


Hoy los niños del 2003 dejamos de engañaros con esa madurez de mentira que creemos tener, para volver a cagarnos de la risa, cantar un nuevo cancionero y cagarnos de la risa de nuevo con nuestros queridos personajes favoritos, ahora más viejos y gastados, pero a fin de cuentas son ellos y este reencuentro no nos hace tener expectativas que podrían no ser cumplidas, este reencuentro solo nos genera alegría, ha sido un tramo largo sin el noticiario, sin Guaripolo nuestro personaje favorito, sin las notas verdes del conejo que nos enseñó que apostar es lo mejor de la vida, sin el Tío Pelado intentando estafar a alguien y sin Tulio que nos enseñó el valor del egocentrismo y el amor propio.
31 Minutos vuelve y yo solo puedo sonreír, aunque sea la temporada más fome de todas, solo puedo sonreír, porque el legado va a seguir pasando generaciones, mis primos pequeños, que cuando empezó el programa ni siquiera estaban revoloteando en las gónadas de su padre, van a poder deleitarse con el programa, van a recordar frases insignes y van a aprenderse nuevas canciones.
Aquí no trato de informar, ni entretener a nadie, solo son palabras que vienen de un hombre que atesora el programa como algo importante y que ante una nueva temporada solo puede decir: Gracias por todo, gracias por volver.



Y como es un blog músical, les dejamos una lista con nuestras canciones favoritas de la vida:




0 comentarios:

Publicar un comentario